Qué cuentan los pájaros

Chimangos que se acercan a las casas más de lo habitual, palomas que se atreven más de lo que siempre se atreven, cantos de horneros que parecen amplificados: ¿les prestaron atención en estos días?

No sólo en Ing. White sucede: con la reducción general del movimiento, pájaros y pajaritos cambian sus circuitos de vuelo, amplían sus áreas de búsqueda de alimento y hasta varían tal vez los lugares donde anidar.

¿Qué será de las bandadas de tordos o loros barranqueros que suelen merodear la ruta 252 en búsqueda de semillas, ahí donde siguen yendo y viniendo los camiones con cereal hasta el puerto? ¿Se habrá modificado algo para ellos? ¿O sólo para quienes nos hacemos la pregunta, sin transitar en vuelo por ahí?

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¡Guaite… eppur si muove!

Durante el verano nuestros vecinos de Ferrowhite Museo Taller nos enviaron un link con un texto complejo, prolífico y bello. Se trataba de GUAITE… EPPUR SI MUOVE, libro digital del vecino whitense, amante del tango y ex ferroviario Florentino “Tino” Diez.

El texto de Tino es una obra que recopila múltiples fuentes. Anécdotas personales, testimonios de vecinos, vecinas, amigos, actas de instituciones, diarios, entrevistas, textos de museos. Pero además, indaga en Wikipedia, portales web, diarios digitales. Todos estos materiales se reúnen con un afán totalizador: el texto aborda la historia de Ing. White, sí, tratando de hablar de todo. Tino arma un texto como una hechura: mezcla y combina materiales diversos, los ordena, los reescribe y diseña, eligiendo imágenes, administrando espacios y tipos de letra que le resultan apropiados. Lo que hace es inventar el soporte para la extensa historia que desea contar, donde son centrales sus memorias y afectos.

Este es un ejercicio que a su vez que Tino lleva adelante en su blog Tangomías hace muchos años. Además escribe poemas, publica en revistas especializadas de tango en California, hace columnas en medios locales, lleva adelante y colabora con programas radiales. Florentino tiene la vocación de hablar, de comunicar, de transmitir un momento de su historia personal y la de White. Frente a los cambios acelerados de los últimos tiempos, Tino pone en valor su infancia y juventud en el que la vida social, afectos y amigos, se traman con el Estado de Bienestar.

Ayer se acercó al Museo, venía a encontrarse con una versión en papel de su texto, compilado en varios tomos por el equipo del Museo del Puerto. Allí nos contó más detalles acerca de la escritura del libro: lo empezó por pedido de su amigo Luis Carbonara. El fotógrafo whitense le dijo que alguien tenía que escribir las vivencias compartidas, la historia del pueblo. Ese pedido fraternal y ese gesto de afectividad recorre toda la obra. Pero además el libro cumple una función reparadora para el mismo Tino: en el año 1996 fue despedido de su trabajo de años con el cierre del Banco Coopesur, según cuenta, en ese momento bloqueó de su mente personas y recuerdos, tuvo necesariamente que cortar gran parte del pasado “para no caer en la depresión”. Pero poco a poco empezó a escribir, ejercitar una memoria guardada, recuperar imágenes, caras, olores y datos del pasado que lo unía a otras personas de la comunidad.

Un dato no menor es la capacidad de Tino de adaptarse a los recursos del presente. Desde que tipeaba con una Olivetti en el banco a administrar un blog o editar un archivo PDF, siempre tuvo curiosidad y atención por entender las nuevas tecnologías. Aparecen también ahí sus nietos que lo ayudan, lo asesoran, le pasan sus archivos de un formato a otro.

El libro de Tino encuadernado por el equipo del museo estará disponible a partir de hoy en nuestra biblioteca, para ser hojeado, disfrutado, usado como fuente de consulta. Además se le puede pedir a Tino una versión digital –que está en permanente construcción, porque agrega datos, incluso a pedido- a este correo: tangomias@yahoo.com.ar

Cuando una boya también es una pokeparada

Hace años que el museo tiene una política de objetos que busca interrogar a través de ellos el mundo (sus distintas escalas): una lata de té de Ceilán para pensar la etapa de capital inglés, un pellet de polietileno para ver el puerto multinacional, un florero hecho con vidrios cortados para ver los momentos de ocio en el puerto hiperproductivo.

Desde hace tiempo también el museo trabaja con el espacio. Caminar el territorio para entender los procesos históricos en su dimensión material y concreta. Parte de caminar es estar atento a la contingencia.

Este año una de los actividades educativas plantea abordar los trabajos necesarios para que una embarcación salga del puerto a través de los objetos emplazados en patio delantero.

Ayer sobre el mediodía después de una de esas acciones algunos chicos se quedaron frente al kiosko donde Carlos Camagni hacia la década del ‘30 expendía nafta a las lanchas pesqueras y también frente a la boya número 11 que fue parte del sistema de balizamiento de la ría. Es que ambos objetos ahora son “pokeparadas”. Y le superponen una información más a los mismos, los refuncionalizan, le ponen una capa más de densidad y nos proponen nuevos problemas y preguntas. Al museo no le interesa pensar un objeto en términos de una originalidad que debiera ser conservada mas o menos intacta. Al museo le interesa el presente y sus derivas, poner en riesgo la memoria y sus propias prácticas. Cómo incluir este nuevo dato de la coyuntura a nuestra propuesta educativa, pensarla en términos críticos, es una tarea preponderante.

Del patio de «Chingola» al patio del Museo

Clorinda Márquez de Milone, más conocida como “Chingola”, integró la primera Asociación Amigos de este museo. Participó del grupo de vecinos que (incluso antes de que la institución contara con un edificio propio) colaboraba con el equipo de la entonces Subsecretaría de Cultura del Municipio para que esta localidad tuviera un museo lleno de historias del pueblo y el puerto. Sus años de activa participación en nuestras actividades fueron una mezcla de trabajo en grupo, compromiso y cariño, imposible de separar.

Hoy vinieron sus hijas y nietas, trajeron crisantemos y lavandas para plantar en un cantero del Paseo de los Bidones. Porque también entienden que el recuerdo en este museo es algo que se hace vivir, se comparte, se sostiene con acciones colectivas y bien presentes.

Hacer memoria también es hacer preguntas

Como en cualquier pueblo chico, todo el mundo sabía. Pero no se hablaba, y yo sufrí mucho. A los compañeritos que tenía en la escuela no los dejaban hacer los deberes en casa. En la secundaria empecé en la Técnica; ahí tenía un preceptor que sistemáticamente se acercaba a mi banco y decía:  ‘Ja, vos sos Santucho’.

Alejandra, cuya familia fue víctima del terrorismo de Estado, pudo salvar su vida. Pero los primeros años de su vuelta a Ingeniero White, ya en plena recuperación democrática, implicaron una nueva lucha: esta vez contra el prejuicio, el silencio, la indiferencia; en fin, contra un “sentido común” cristalizado que, aún en esos años, seguía legitimando la dictadura.

Por eso no está mal preguntarse, hoy, 24 de marzo de 2016: ¿cuánto se transformó ese “sentido común”? Sin duda, se avanzó muchísimo. Aunque tal vez sea conveniente hacerse esa pregunta ahora, a cuarenta años del golpe de 1976. Ahora que la continuidad de las políticas de derechos humanos no puede darse totalmente por sentada.

La Virgen del Boulevard

Para un museo no siempre el objetivo es incrementar sus colecciones. Para el Museo del Puerto también es imprescindible detectar, cuando llegan donaciones, qué objetos pueden ser más significativos en otro ámbito de la comunidad. Y, en acuerdo con quien los trae, ponerlos a circular: la imagen de la Virgen Inmaculada que el vecino Armando Russo tenía en su casa va a estar ahora en la Capilla San José obrero, a pocas cuadras de donde vivía, en el barrio Boulevard.

Hoy entrevistamos a Alejandra Santucho

Hoy registramos el relato oral número 1045. Desde el año 1987 el museo guarda y pone en circulación voces de inmigrantes, pescadores, trabajadores estatales, docentes, cocineras, niños, músicos, cantineros, etc. Son voces fundamentales para poder entender la historia y su complejidad en términos materiales. Tienen en común haber sido registradas desde la vuelta de la democracia. Son voces de la democracia con sus grises y contradicciones, escuchadas a su vez por un Estado que muy pocos años antes desaparecía y mataba. 

Hoy entrevistamos a Alejandra Santucho, nacida en White, cuyos padres y hermana fueron asesinados en la última dictadura militar. Nos contó del trabajo de sus papás, de los festejos del día niño en las colonias ferroviarias con la JIP (¡Juventud Infantil Peronista!), de su exilio, de los juicios, de su hermana, de la vuelta al pueblo y las dificultades de vivir el día a día, de su militancia en Hijos, de su casa en el barrio Vialidad. 

Su voz le da densidad al relato de la historia whitense, le añade tensiones, instala interrogantes en muchas voces que ahí resuenan y, en fin, le suma una vuelta de sentido más a este archivo oral construido en democracia, testimonio de lo que hay que cuidar y seguir construyendo. Testimonio además de la necesidad de un Estado que siga escuchando.

La historia es YA

Alumnos y docentes de la Escuela Secundaria Nº 17, Anexo 2, del barrio Matadero recorrían hoy el museo participando de la actividad “200 años, 4 objetos” cuando un aspecto puntual y siniestro de nuestra historia reciente emergió…

Los chicos vieron por la ventana a un grupo de fiscales, testigos, víctimas y representantes de instituciones participando de una de las “inspecciones oculares en el marco del juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en Bahía Blanca bajo la órbita de la Armada Argentina”, dado que el edificio donde funciona hoy el museo era una dependencia de Prefectura, cuyo accionar durante la última dictadura militar, está siendo investigado.

El museo incorporó a la actividad pedagógica lo que estaba pasando. La profesora Laura Morales les dijo a sus alumnos: “¿Se acuerdan lo que charlamos para el 24 de marzo?” y a partir de ahí se hizo más densa la experiencia de abordar ese pasado doloroso que recientemente está encontrando un camino de justicia.

¡Feliz cumpleaños Chiche!

Hoy es el aniversario de Ingeniero White, de la inauguración del Museo y el cumpleaños de Salvador “Chiche” Ursino, nuestro acordeonista favorito.
El único que puede hacer que los chicos armen un pogo escuchando el inicio de una canzonetta (en el segundo 32 del video, filmado en la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino 2011)