Archivo repasadoril

Con el inicio de la cuarentena, adaptamos a modalidad virtual la propuesta que hace años hacemos en el museo a cada persona que lo visita: pensar en un objeto tan simple como el repasador como parte de la historia. Sí, incluso como protagonista de la historia personal ¿O acaso no hay en tu cocina o en tu memoria un repasador imposible de olvidar?

Así fue que en los últimos meses llegaron noticias detalladas de trapos de épocas, materiales y lugares distintos ¿Todavía no mandaste el tuyo? ¡Lo seguimos esperando!

 

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Victoria Ferreyra

 

04 - Neige

Cristi M. Aimaretti

 

05 - IlPane

Leonardo Casado

 

11 - Sin Nombre

Nélida Pecoraio

 

10 - Sin Nombre

Vanesa Ganduglia

 

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Vanesa Gross

 

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Gladys Taccetta

 

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«Cocó» Distefano

 

08 - Graciela Arcuri

Graciela Arcuri

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Moa

El repasador que nos envió María Haydee Espinoza tiene un uso exclusivo: se utiliza  para humedecer y tapar los sandwiches de miga preparados por su marido Esteban para Navidad o algún cumpleaños, según una receta que fue pasando de generación en generación.

El repasador hizo el mismo recorrido que esas recetas: pertenecía a Nélida Lindstrom, su abuela, quien vivió en El Zorro (paraje de Coronel Dorrego) hasta los años ‘90. Según cuentan: “Era muy buena cocinera. Y tenía la bonita costumbre de bordar sus iniciales con punto cruz en repasadores y pañuelitos”.

Esa práctica de señalar la pertenencia (¿como marca para la posteridad?) mediante siglas bordadas sobre el trapo de cocina o un pañuelo fue común en muchas casas hasta mediados del siglo XX. Aunque a Nélida no la conocían por ese nombre. La llamaban “Moa”: «mamá», en danés.

01 - Haydee

Un repasador hace recordar unos capeletinis de sémola

Y día a día siguen llegando desde los más diversos lugares fotos de repasadores con reflexiones, recuerdos, comentarios. Cada uno se va sumando al “Archivo Repasadoril” del Museo del Puerto.

Este que nos envía Marina Di Meglio vino de muy cerca y de muy lejos a la vez. Cuenta Marina: “Este repasador era de mi nona Damiana Caputo, italiana, pugliese, molfettese, quien llegó a White después de su hermana. Se casó con mi nono Antonio Di Meglio y vivieron en la esquina de Cárrega y Avenente hasta que fallecieron.”

Y continúa: “El repasador lo tengo guardado entre los míos, aunque no lo uso. Estaba siempre a mano de la nona en la cocina, cuando lo usaba para secar la mesada luego de que hacía capeletinis de sémola o las empanadas de queso y perejil.”

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El archivo en tu cocina

Desde hace muchos años, el Museo del Puerto trabaja en torno a objetos aparentemente simples. Uno de nuestros favoritos es el repasador. Si viniste a nuestra Cocina alguna vez, habrás visto decenas de ellos colgados. Los hay de distintos materiales y de distintas épocas; y también hay historias muy diversas sobre ellos, contadas por quienes los han tenido y siguen teniendo entre sus manos: acerca de cómo fueron y son hechos, cómo fueron y son nombrados, para qué se han usado y se usan.

En estos días tan particulares, la coordinadora del Grupo de Nutrición y Salud del Centro de Salud de Ing. White nos dio la idea de renovar la convocatoria de REPASADORES, esta vez adaptada a la modalidad de trabajo a distancia. Así que compartimos con ustedes esta propuesta:

  1. Elegí uno de los repasadores de tu cocina. Uno especial o, simplemente, ese que usan todos los días.
  2. Escribí algo acerca de él. Algunas preguntas que nos dan curiosidad son: ¿cómo llegó a tus manos? ¿De cuándo es? ¿Cómo lo usás? ¿Sólo sirve para “repasar”? ¿En qué lugar lo guardás? ¿Quién y cómo lo lava? ¿De qué materiales está hecho? ¿Te recuerda algo particular? ¿Tenés por casualidad alguna receta que por alguna razón puedas vincular con él?
  3. Mandanos ese breve texto con una foto de tu repasador. Podés enviarlo por mensaje privado de Facebook, Instagram o al mail difusionmuseodelpuerto@gmail.com

Nosotrxs, además de responderte con alegría, seguiremos sumando estos materiales a nuestro archivo de pequeñas cosas fundamentales; porque esa es la mejor manera de seguir contando la historia de la vida cotidiana.

¿Sabías que hace unos años publicamos un librito contando historias de repasadores, no? ¿No? Bajátelo ya mismo desde este link:  Tendal de repasadores

¡Aprovechá estos días de quedarse en casa y ayudános!

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Multi repasador

El domingo pasado en plena cocina se presentó el Multi repasador del museo. Porque un repasador puede ser objeto del recuerdo que además alerta sobre lo fundamental que es un trapo en la historia del puerto o puede usarse como tapiz decorando la pared o apoya pavas o tantas cosas más.

Por ejemplo, puede visibilizar el trabajo de su propia construcción: cómo cortaron la tela, cosieron, estamparon, hilvanaron máquinas de coser quienes lo hicieron. En este caso las vecinas de White y Bahía Blanca que participan del taller de costura Prende, en el vecino Ferrowhite Museo – Taller, con la coordinación de Malena Corte. Ellas estaban presentes, para recibir un reconocimiento, escuchar la música del grupo el Juguete y compartir un momento de tomar chocolate y no hacer más que divertirse. También un repasador puede servir para eso.

Acción-repasador!!!

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(¿Una primicia?… en este mismo momento, entre idas y venidas de un lado a otro del puente La Niña, se están preparando los futuros repasadores-souvenir del Museo del Puerto, en manos de las participantes del taller Prende, en Ferrowhite-museo taller)

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Si hay una historia social del trapo, desde el inicio del Proyecto Repasadores en 2012, el museo  va rastreando sus características, relaciones y derivas. Las preguntas que supone tomar un repasador como objeto de estudio se actualizan con cada cocinera que cuenta su historia de vida, cada persona que trae entre sus manos un paño para dejar como donación en el tendal de la cocina, con cada repasador que se compra, se usa, se vuelve a mirar.

Se podría indagar también la historia de los repasadores del propio Museo del Puerto. Por ejemplo, los que cada día acompañaron y acompañan desayunos de escuelas o reuniones de trabajo cerca del mate. O los que se llevan de recuerdo las personas que nos visitan, los repasadores-suvenir. Porque sí, en lugar de llaveros o pisapapeles acá invitamos a llevar de recuerdo un repasador directo a tu cocina.

01Haciendo foco en esa micro historia de los repasadores-souvenir “made in” White, están los que a partir del 2013 empezaron a confeccionar las participantes del taller de costura de Envión Saladero- Boulevard, durante años compartiendo saberes y máquinas de coser entre vecinas.

Están también los repasadores que hoy están confeccionando, a paso firme y divertido,  las integrantes del taller Prende, en el  vecino Ferrowhite- museo taller. Reunidas cada miércoles y viernes, con la coordinación  de Malena Corte, desde hace semanas avanzan cortando, remallando, pensando cómo resolver un paso de costura, imprimiendo, cortando los hilitos sobrantes.

Hecho con la interacción de equipos de dos museos y en relación a un proceso de aprendizaje colectivo de vecinas de la comunidad, ya pronto estará listo el primer repasador 2019. ¡Sí! En sólo algunas semanas podrán venir a buscarlo a la cocina. ¿Demasiado lindo como para secar los platos?  Será un modo de decir en acciones que atrás de un trapo hay mucho más que un trapo, eso sí.

Repasadores de campamento

El “culito” de la olla tiene que estar impecable, porque en una olla tiznada cuesta más cocinar, fue el consejo de Liliana “la vieja” al grupo de Scout Ernesto Pilling de Ing. White mientras compartían la merienda en la Cocina del museo. Liliana llegó junto al grupo de chicas y chicos, bajo la lluvia. Recorrieron las salas preguntándose por los trabajos del puerto y las casas de White, por los viajes, las comidas y hasta por los repasadores. Debajo de ellos, recordaron a Ernesto Dilernia, el “profe”, que fue cocinero del grupo por años y que había dejado un repasador en el museo. Ahora, hacía lo mismo Liliana.

Ella con otros padres y madres forman el “Equipo de Cocina” de los campamentos, donde se cocina para casi 300 chicos y chicas; mientras viajan, conocen lugares, duermen en carpa y se divierten. Parte de la vida de Lili trascurre ahí, cumpliendo una función tan importante como dar de comer, poniendo sus saberes y sabores en juego, aprendidos en el Centro de Formación Profesional y  trabajando en “las cantinitas” del puerto.

Cuenta que estudió acá (en las instalaciones del museo, cuando era Prefectura)  para ser camarera embarcada, pero que por los costos se le hizo imposible de terminar. Pareciera que supo encontrar en las cocinas terrestres otros sentidos posibles; cocinar para otros y para muchos; para niños, niñas y jóvenes, además pasándola bien.

¿Qué mejor que sean sus repasadores de campamento los que den cuenta de ese trabajo colectivo y divertido? Así, usados y gastados, que sean parte ahora del tendal del museo.

Repasador del museo ¡hecho en Saladero!

El taller de costura Remarke reúne a un grupo de mamás del barrio Saladero, que desde 2013 se juntan a preparar sus diseños, pintar, cortar y coser textiles en el Envión de Saladero-Boulevard. Como parte del Proyecto Repasadores, empezaron a confeccionar repasadores especiales para vender en la sala Cocina, junto a las publicaciones del museo. Hoy acercaron un nuevo modelo que podés venir a buscar este fin de semana: para regalar, guardar como recuerdo, secar los platos… ¡o todas esas cosas juntas!