El Museo del Puerto en el Encuentro Nacional de Puntos de Cultura

La semana pasada el museo participó del Segundo Encuentro Nacional de Puntos de Cultura, realizado en la Universidad Nacional de San Martín. Sí: desde el año 2011, esta institución fue designada por el Estado Nacional como uno de los más de 250 proyectos culturales que plantean y desarrollan prácticas comunitarias y territoriales.

Cómo articular el trabajo de los distintos puntos, qué necesidades se van generando a medida que avanzan los proyectos y cómo cambió la relación entre Estado y comunidad en los últimos años fueron algunos de las preguntas que se plantearon y discutieron en las diferentes instancias del encuentro.

Anuncio publicitario

Descongelando la industria

Esta semana, la vecina e integrante de la Asociación de Amigos Elcira Pecoraio nos trajo un folleto que anuncia el relanzamiento de las heladeras Siam en el país.
Elcira había recordado que durante el 2012 estuvimos haciendo preguntas acerca de la relación entre la industria y el pueblo en White y entre muchas acciones hubo una serie de panfletos,  entre los cuales uno recogía testimonios, información y preguntas acerca de la Siam bolita.

Con el folleto en la mano nos preguntamos ¿Siam vuelve? ¿Qué sería exactamente lo que vuelve? ¿El acto de volver se piensa como un calco del pasado? ¿Por qué “vuelve” ahora?

Indudablemente “volver” activa ideas ligadas indisolublemente a la industria nacional: masividad, durabilidad, confort, etc. Pero hoy se inscriben en otro contexto: el modelo productivo actual no puede pensarse como el del clásico Estado de Bienestar en el marco del proceso de sustitución de importaciones.  Así la nueva Siam será fabricada por la empresa NewSan, de capitales japoneses, con maquinaria importada de Italia y con mano de obra argentina, en proceso que da cuenta claramente de la segmentación mundial del proceso productivo.

Por eso, el significado de una frase como “industria nacional” es, necesariamente, histórico. El relanzamiento de las heladeras Siam no hace más que dar cuenta de que ese concepto está cambiando, a la par de la consolidación de una política de desarrollo industrial, que implica también producir ideas. Y así como la industria supone competencia, también las ideas acerca de ella están en disputa: basta pensar, por ejemplo, en esa impugnación, en apariencia reveladora, que afirma eso no es industria nacional, acá nada más ensamblan.

Dos mil trece mesas

Un año se puede contar en días, meses. Un año de la Cocina del Museo se puede contar en mesas. Porque cada domingo incluye una distinta, preparada por cocineras, cocineros, grupos de trabajo y vecinos, que ponen en acción sus saberes particulares con una propuesta que siempre es nueva, porque es tan vital como su experiencia.

Pero no se trata sólo del saber práctico que se expresa cocinando o decorando una tarta, sino también hablando y reflexionando sobre el propio trabajo. Su presencia en el museo también tiene relación con el Archivo Oral y Fotográfico, con las preguntas que la Cocina propone en torno a distintos temas.

En 2012, la indagación fue en torno a las articulaciones y desplazamientos entre el mundo de la producción industrial y el mundo cotidiano, concentrados en una herramienta en particular: los electrodomésticos.

Y como hablar de aparatos eléctricos, su incorporación en las mesadas y cómo cambiaron en el tiempo, es también preguntarse por la energía que los pone en funcionamiento; además de cocineras fue necesario entrevistar a otros trabajadores. Como el electricista «Pamperito» Pérez, que en 1959 entró a trabajar en la Administración General de Puertos y años después se dedicó a reparar electrodomésticos e instalaciones eléctricas de cientos de casas en White y Bahía Blanca. O el Técnico Electrónico Juan Carlos Marchettini, que con los inicios de la televisión en Bahía Blanca instaló parte de las primeras antenas en el centro de la ciudad y durante años vendió, instaló y reparó productos electrónicos en White.

Ellos y muchos otros se reunieron el sábado pasado en la Cocina, para recibir un reconocimiento por años de trabajo en la comunidad. Junto a cocineras, sindicatos, centros educativos y colectividades, que levantaron las copas para brindar por el año compartido y también el que viene.

Un robot en tu cocina

 

A partir de hoy en la cocina del museo se puede ver esta multiprocesadora Kenwood, de 1959. Fue el primer electrodoméstico lujoso que llegó a las cocinas inglesas después de la segunda guerra mundial y hoy es considerada uno de los primeros productos con una fuerte campaña de publicidad en los medios. También en Argentina, donde era promocionada por la revista “Mucho gusto” y su programa de cocina por televisión, en los años sesenta.

Acá, la misma Doña Petrona C. de Gandulfo en “Buenas tardes, mucho gusto” haciendo un pastel de nueces y cerezas con la Kenwood de 1962.

Los Ministerianos circulan

Dentro del proyecto anual “Puntos de Cultura” de la Secretaría de Cultura de la Nación, el área Archivos del museo trabaja junto a la Dirección Nacional de Vías Navegables (ex Ministerio de Obras Públicas) en la puesta en valor y circulación del archivo fotográfico que documenta la construcción del puerto, particularmente del Muelle Nacional.

El 29 de septiembre pasado por la tarde,  durante los festejos de los 25 años del museo, se pudieron ver sobre las mesas del patio delantero una serie de individuales que reproducen fotografías del archivo que junto a testimonios de Ministerianos y vecinos de White, permiten pensar el rol del Estado en el puerto.

Mientras se presentaban Chiche Ursino y su acordeón, Los Nonnos de Atilio y Fiorella, los presentes tomaron mate y comieron una porción de torta preparada por instituciones y vecinos sobre las fotografías del MOP.

Un archivo que circula, es un archivo que se usa; para comer, para mirar y para pensar el pasado y el presente del Puerto de Ingeniero White.

Domingo a 220

En el marco del proyecto Puntos de Cultura el museo se pregunta: ¿Es histórica la idea de industria? Empezando por entrevistar a reposteras, electricistas y vecinos sobre las percepciones de la industria desde sus cocinas: ¿Cómo vivieron la incorporación de electrodomésticos? ¿Cómo ven la industria desde su trabajo hoy? ¿Se ve igual que antes de la instalación del polo petroquímico? ¿Cuál es y cuál fue el rol del Estado en esa relación entre polo y pueblo? ¿Y cómo se articula todo esto en la cocina? ¿Se puede ver en una licuadora?

Vení a la cocina este domingo y llevate alguna de estas preguntas en los primeros panfletos del proyecto “La cocina llena de enchufes”. Y de paso, podés responder vos: ¿Qué te acordás de la heladera Siam “Bolita”?

En la mesa, la cocinera Mónica Fernández de Montero, que viene desde Cerri y trae, además de mini tartas y mini pastafrolas, un documental en el que ella y otros vecinos hablan de Cerri: “Yo soy C.A.P.”, realizado por K688 y el Instituto Cultural para el 136º aniversario del pueblo. El resto de la tarde sigue Rubén Castro en concierto, con su teclado también enchufado.

Todo lo que hay

Cada vecino de White tiene su propio relato acerca de cómo incorporó el uso de electrodomésticos a su cocina. Para algunos significa un ascenso, un logro económico; para otros una modernización, ponerse a tono con la época. Para las personas más jóvenes comprar un electrodoméstico está ligado al momento de armar su propia cocina, más allá de la cocina materna. Y para la mayoría significa un cambio significativo del trabajo en la casa, más que nada otra manera de organizar el tiempo.

Delia Schenfeld (Coronel Suárez, 1942), desde muy chica trabajó como cocinera en la estancia Los Recovecos y más tarde en la escuela  N 3 de Punta Alta; lo primero que enchufó en su cocina fue una heladera Leikam, a fines de los años 50. Para ella, como para tantos otros, incorporar estos aparatos eléctricos no fue inmediato: Primero fue necesario que la casa contara con energía eléctrica y además, que la familia pudiera adquirir los productos, que no eran tan accesibles: Mi marido trabajaba en una fábrica de mosaicos que vendía electrodomésticos, entonces el patrón le dijo: “Llevate la heladera, que te la voy descontando de a poquito”

Hoy se le hace inimaginable la vida sin electrodomésticos que, al simplificar su trabajo, relaciona con el tiempo disponible para venir a la Cocina del Museo, a formar parte de la Asociación Amigos. Pero no sólo le permiten organizar distinto su presente sino también imaginar distinto su pasado: ¡Cuánto estabas batiendo! ¡Horas! Siempre pienso en todo  lo que trabajó mi mamá… para colmo éramos once hermanos. Con mi hermana siempre decimos: Mirá si viviera mamá ahora. Lavadora automática, batidora… todo moderno, todo lo que hay.

Ministerianos

En el marco del Proyecto “Manufacturas whitenses de la industria” de Puntos de Cultura, el Área Archivos del museo pondrá en valor y en circulación el archivo fotográfico de la Dirección Nacional de Vías Navegables delegación Ing. White.

¿Qué se puede leer en este archivo? ¿Qué dice una fotografía en blanco y negro sin trabajadores y otra, por ejemplo, llena de trabajadores cementando el muelle nacional?.

Para el Área Archivos, una fotografía es una herramienta de indagación; es poder ir más allá de la nostalgia o de la mirada específica de un experto en fotografía. Desde ese lugar el objetivo será visibilizar el archivo y difundirlo en la comunidad de White, y pensar en la relación de esta Dirección estatal (el ex MOP) con la industria: ¿cómo es ese vínculo?, ¿cómo varió en el tiempo? ¿cómo es hoy?. A su vez, para datar e informar se convocará operarios y jubilados de la dependencia. De esa manera a cada foto se le sumarán voces, experiencias y nombres propios.

En la foto, Héctor Ibarrola haciendo el dibujo del comienzo del post para explicar como se construían los pilotes.

Manzana y Estado

Cuando vino Lanusse a poner la piedra fundamental de la Petroquímica, ya estábamos nosotros en el barrio. Estábamos contentos, me acuerdo, decíamos: ¡Cuánto trabajo que va a haber! cuenta Nélida Bouzón (Boulevard, 1932), vecina del barrio 26 de Septiembre.

Este relato da cuenta de la percepción que muchos vecinos de White tenían de la industria en la década de 1970, cuando se concretó el proyecto del Polo Petroquímico. ¿Qué condiciones delimitaban esa percepción? ¿Habrá tenido algo que ver el hecho de que las fuentes de trabajo más importantes del puerto eran las empresas del Estado, y que Petroquímica Bahía Blanca fue conformada como una empresa estatal mixta? ¿En qué medida los cambios políticos y económicos iniciados en 1976 modificaron la mirada de muchos trabajadores y vecinos acerca de la industria?

Esta es la cuestión que abordará el Área Educativa a partir de recorridos, caminatas y talleres con trabajadores, vecinos, estudiantes y docentes. Porque las percepciones no son ideas abstractas sino formas de experimentar la historia y el presente.

La Cocina llena de enchufes

La multiprocesadora es mi mano; como toda máquina que ayuda al hombre. La computadora suplantó a la máquina de escribir y esto a la mano nuestra, al palo de amasar.

Dice Graciela Arcuri, vecina de Villa Rosas, para quien incorporar electrodomésticos en su trabajo como ama de casa significó disponer de tiempo para… trabajar. Esta vez hacerlo en lo que más le gusta: la repostería.
En su relato, y en el de otras cocineras entrevistadas por el museo, la industria de los electrodomésticos no se asocia a chimeneas que llenan de humo el cielo o a las desventajas de “la vida moderna”, todo lo contrario: una batidora es una herramienta que facilita la tarea, la hace menos cansadora, permite ahorrar tiempo y, por lo tanto, buscar nuevas formas de realización personal.
Este año, la Cocina del Museo va a indagar cómo se incorporaron productos como la heladera, el microondas o la procesadora en la vida cotidiana. Abordando el desarrollo de la industria de los electrodomésticos y su relación con las cocinas de White, preguntando hasta qué punto esos aparatos forman parte de una idea de industria que se va desplazando y transformando con el tiempo.