Palabras y cosas

Incluso un museo que se enuncia como “público” puede no serlo del todo. Durante años, la misma estructura del edificio del Museo del Puerto -construida en 1907 como Resguardo de la Aduana por la empresa inglesa Ferrocarril Sud- contradecía sus intenciones de recibir a todxs: edificado sobre pilotes para evitar las mareas que inundaban el pueblo a principios del siglo XX, volvía imposible que ingresaran quienes venían en silla de ruedas.
Hoy, en el marco de un proyecto de recuperación integral del patio delantero del museo que lleva adelante el Consorcio de Gestión del Puerto en articulación con la Municipalidad de Bahía Blanca, empieza la obra de construcción de la rampa de acceso al edificio.
Fue indispensable el acompañamiento del Observatorio de Discapacidad de Bahía Blanca en este proyecto. Que finalmente se concrete hace presente a cada una de las personas (docentes, visitantes, integrantes de grupos de música, de la Asociación Amigas y del equipo del museo) que durante muchos años sobrepasaron obstáculos para que no sea tan imposible llegar a su interior. En esos gestos empujaban también a juntar las palabras con las cosas.

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¿Cómo empieza una obra? ¡En reunión, conversando!

“También se necesitan chapas, maderas y canaletas para contar la historia de una comunidad”. Sí, ese es el largo nombre del proyecto del Museo del Puerto seleccionado este año por el Programa DAAD “Artists-in-Berlin” junto a otras 11 iniciativas de todo el mundo. Es una gran noticia, porque estos fondos del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania (AA) nos van a permitir reparar aspectos del edificio del museo que en los últimos años adquirieron un carácter de urgencia (maderas de todo el exterior, canaletas del patio interno, filtraciones en la galería de acceso).

Como dicen las vecinas de nuestra Asociación de Amigas: “A grandes problemas, grandes soluciones”.

Esta semana ya tuvimos una reunión con los carpinteros, techistas y zingueros que van a formar parte de las obras. Hablamos mucho, y no sólo de materiales, plazos y elementos de seguridad. Porque todos ellos forman parte de la comunidad de Ingeniero White, y por tanto la reconstrucción del edificio del museo será además una gran oportunidad para que ellos mismos encuentren oportunidades en estos tiempos de crisis.

A partir de hoy, se vendrán muchas noticias de un obrador en movimiento.

Noticias para el patio delantero

Mini lancha construida con maderas del Águila Blanca

En 1987 una lancha pesquera se instaló en el frente del Museo del Puerto, este museo municipal que recién abría sus puertas. Desde entonces, con el primer golpe de vista, quien pasara por ahí entendería a qué puerto enunciaba: madera calafateada a mano, redes tejidas en la vereda, familias llegadas desde Italia para trabajar y vivir en medio de buques de exportación, con la experiencia de atravesar en una cáscara de nuez la marejada.

Esa lancha, “Águila Blanca”, se instaló gracias a la articulación del municipio con vecinas y vecinos como Olga y Atilio Aversano, a quienes había pertenecido. Hoy, la posibilidad de pensar en un ciclo nuevo para el patio delantero del museo llega también con el acompañamiento de integrantes de la comunidad. Desde hace varios meses venimos trabajando en un proyecto de recuperación de ese espacio, que se llevará delante gracias a la articulación del Municipio y el Consorcio de Gestión del Puerto. Han sido meses de charlas, reflexiones en voz alta, entusiasmos y cientos de encuentros, de los que participaron representantes de la familia Aversano, vecinos y vecinas fomentistas, integrantes de instituciones intermedias, la delegación de Ing. White, pescadores y carpinteros de rivera. Sin olvidar a las integrantes de nuestra Asociación Amigas, que se ocuparon de este tema en cada una de las ocasiones públicas en la que su voz era escuchada.

Esta remodelación implicará la construcción de una obra muy necesaria como una rampa de acceso, la renovación del sistema de riego y de iluminación, el resguardo de los restos del “Águila Blanca” para acciones educativas y museográficas, y el emplazamiento de la lancha “La Nueva Lucía”, que perteneció a la familia Espósito y luego a la familia Caserma. Porque la historia de la pesca artesanal, de la inmigración italiana y del culto de San Silverio –historia fundamental para el pueblo y el puerto de Ingeniero White–, es una historia colectiva.

Buenas noticias!

Hoy queremos compartirles una lindísima noticia que llega justo en el mes de cumpleaños del museo, así que la contamos como parte del festejo: el programa Berliner Künstlerprogramm des DAAD (“Programa de Artistas-en-Berlín”) de Alemania seleccionó nuestro proyecto “TAMBIÉN SE NECESITAN MADERAS, CHAPAS Y CANALETAS PARA CONTAR LA HISTORIA DE UNA COMUNIDAD” para financiar los trabajos de reparación y cuidado del edificio histórico del Museo del Puerto, que los necesita con urgencia.
Hace unos meses, por iniciativa del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores de Alemania y el Goethe-Institut, se estableció un fondo de ayuda internacional para brindar apoyo inmediato a las organizaciones culturales y educativas en el extranjero durante la pandemia del coronavirus. El programa DAAD Artists-in-Berlin es parte de esa inicitiva y eligió al proyecto del Museo del Puerto como uno de los 12 premiados entre instituciones de México, Costa Rica, Rusia, Colombia y Malasia.
¡Esto es mucho más que una buena noticia de infraestructura! Se trata nada más y nada menos que de poder reconstruir el espacio donde desarrollamos nuestro proyecto, donde damos la bienvenida cotidiana a las escuelas, donde las vecinas de la Asociación Amigas preparan el chocolate, donde se aloja buena parte del patrimonio tangible e intangible de la comunidad y donde, en definitiva, se cuenta la historia y, a partir de ella, se interviene en el presente para proyectar una y otra vez imaginaciones colectivas del futuro.