¡Arranca la Cocina!

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¿Qué hay en una cazuela gigante?

Inmigrantes de Ponza llegando a White a fines del siglo XIX, el runrun de las corvinas, San Silverio apareciendo en medio de una tormenta, la “época del cazón”, el formón del carpintero de rivera Serri, las cantinas, los “músculos”, las canzonettas que cantaba María Marzocca, su hija volviendo a cantar años más tarde, las manos de cientos de peladoras y fileteras, el cierre de la Cooperativa, la organización de los vecinos para hacer un fiesta, Umberto Mazzella tejiendo como red una bolsa de supermercado, la emergencia pesquera, un tatuaje de San Silverio en el brazo, la reconversión, las disputas entre pescadores, el presente complejo, la fiesta del Camarón y el Langostino en este mismo momento. Y mucho más.

¡Feliz cumpleaños Chiche!

Hoy es el aniversario de Ingeniero White, de la inauguración del Museo y el cumpleaños de Salvador “Chiche” Ursino, nuestro acordeonista favorito.
El único que puede hacer que los chicos armen un pogo escuchando el inicio de una canzonetta (en el segundo 32 del video, filmado en la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino 2011)

La freidora en Semana Santa

Cada Semana Santa en White se celebra la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino. Gran parte de la comunidad está involucrada en ella, desde instituciones, comercios, servicios, presentaciones musicales o simplemente acercándose al anfiteatro para escuchar música, participar de actividades, comer pescado. Sí, kilos y kilos de pescadillas, corvinas, calamares, camarones y langostinos que se procesan, venden y consumen en esta fiesta.

Es que más allá de la celebración religiosa, Semana Santa es para la mayoría un período de cambio en la rutina alimentaria y de consumo: Vecinas que preparan huevos de pascua, otros que salen a comprarlos, alguien que busca la receta de la rosca de pascua en internet, el camión del pescador pasando con altavoz por los barrios.

En el barrio Mapuche vive Francisco Cabeza, ferroviario jubilado, guitarrero y cantor. En Semana Santa se pone en valor su saber de cocinero de pescado para grandes cantidades adquirido en cantinas, instituciones y fiestas de White durante años. Unos días antes empieza a sonar el timbre de su casa. Son vecinos que quieren encargarle pescado para el fin de semana. Desde entonces su casa se transforma en un espacio de elaboración de alimentos muy complejo; con una organización propia que incluye la toma de pedidos, las compras, el almacenaje, procesado y varias tandas de horneado, fritura y fuego bajo una paellera gigante.

Entre recetas rabas, calamares rellenos y cazuelas de mariscos está “Delicias marinas”, una de su invención. La copia en un papel como regalo al museo para que circule más allá del barrio y la familia, más allá de esta semana y de las rutinas alimentarias, porque rica le sale todo el año.

Redes en la remera

A fines de 1989 vecinos y trabajadores del puerto que buscaban fondos para la Sociedad de Fomento de White, hicieron una cazuela gigante en el Muelle Nacional. Ese fue el inicio de la actual “Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino”: una olla de casi dos metros y medio y a la cabeza la cocinera María Marzocca, que había anotado en su casa la receta para 50 personas multiplicada por 20.000.

El viernes pasado, al escenario de la Fiesta número XXII, subió su hija Margarita, para participar cantando de un evento en el que muchas veces había cocinado. Entonó “Mamma”, una canzonetta que traía el recuerdo de su madre viajando desde Mola di Bari a White en 1927 y el trabajo de toda de su familia en la pesca. Junto a “Marga” subieron a cantar también las bandas que comparten el proyecto Canzonettas & Rock: Los Nonos de Atilio, Polaroid, La Banquina, la Cigarra, Inspiración If, De la T y La Masturbanda. Interpretaron canzonettas que cantaban los inmigrantes a principios de siglo XX a principios de siglo XXI, actualizadas según sus experiencia de hoy: caminar por la calle lindera al Polo Petroquímico, juntarse en un pasillo del barrio Vialidad o en un garage del Bulevar, que es también la experiencia de parte del público que seguía a sus bandas con banderas y cantos.

No es poco decir que era una de las noches centrales de la fiesta, justo antes de que subiera la conocida banda “La Mancha de Rolando”, y la mayoría de los músicos que ocupaban el escenario eran hijos o nietos de trabajadores del puerto. Aunque parezca mentira, fue una de las veces que un evento de esta fiesta tuvo más relación con la historia popular que la hizo posible; tal vez por eso una desmesura excesiva y justa flotaba en el aire.

De hecho, entre los músicos estaban los nietos del pescador y amarrador Atilio Aversano, en sus remeras llevaban impresa la imagen de una lancha. Era el “Águila Blanca”, sobre la que su abuelo había salido muchas veces de Puerto Piojo a las 6 de la mañana para tirar las redes, esperar la marea, juntarlas con la mayor cantidad posible de camarones y langostinos.