La memoria se usa

Ni bien pasa algo, empieza a construirse la memoria. Para muchos trabajadores y vecinos de White, la explosión de la galería de embarque del elevador nº 5 es algo más que un accidente o incluso que una tragedia. Es el final de una forma de trabajo que había organizado sus vidas por varias décadas: En la Junta llegaron a trabajar mil personas. Después fue la explosión. Había muchos intereses… comenta Raúl “Mumi” Alonso (Ing. White, 1957), quien trabajó en la empresa estatal entre 1976 y 1987. Pocos años después, la extracción del muelle de hierro y el dragado a 45 pies preparaban la reconversión del puerto estatal en puerto multinacional.

La Junta de Granos había sido creada por el gobierno conservador en 1932 para proteger las ganancias de los productores, luego de que la crisis del ’30 modificara el negocio exportador que había funcionado, aparentemente, tan bien durante las décadas anteriores. En los años peronistas se convirtió en el IAPI (Instituto Argentino de Promoción del Intercambio), el organismo que financió la industrialización del país cambiando granos por máquinas. Pero las funciones que más perduraron fueron las de establecer precios sostén, que garantizaban una ganancia mínima a los productores, y fiscalizar el transporte y el comercio cerealero. En 1991 fue liquidada, y sus instalaciones (silos de campaña, elevadores) vendidas o concesionadas a grandes multinacionales.

Hoy, cuando los límites y las funciones del Estado parecen estar nuevamente en discusión, ¿no habrá que volver a ver, en el ’85 y lo que vino después, no solo los cambios que explican en buena medida la estructura económica, sino también una estrategia posible, inscripta en las coordenadas del presente?

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