Cada año, a esta altura del año, solía llegar una postal del museo por debajo de las puertas de diversas casas, talleres, instituciones, oficinas. Ojalá este barquito (que aparenta virtualidad, pero que está construido con maderas de la embarcación Águila Blanca especialmente para capear temporales), atraviese las distancias y llegue a cada una de las personas que fueron parte del 2020 y, sobre todo, de lo que está por venir.
