«Conste que Andrés Ventura Gamero,
pescador, estibador, changarín
y poeta del barrio Boulevard
Juan B. Justo (Bahía Blanca, Argentina),
nunca creyó que el Apolo 11, en 1969,
haya alunizado en este suelo.
Para él esto era pura ceniza.»

Cuando se plantea un trabajo en términos territoriales, ¿qué se entiende por “territorio”? ¿Hasta dónde llega el “territorio”? Para ser más específicos: ¿cómo se define la escala local de un trabajo comunitario como el del Museo del Puerto? Pensando en estas preguntas, el proyecto “Carteles” ha iniciado una nueva etapa. Sí, la semana pasada logramos instalar una nueva referencia en la ciudad portuguesa de Ilhavo. Se lo debíamos a un vecino muy querido, quien nos enseñó que una distancia de más de 10.500 kilómetros puede ser muy engañosa.
¿Es posible habitar dos lugares a la vez? Aún viviendo en el barrio Bulevar del puerto de White, Argentina, adonde emigró en 1952, Armando Senos Russo cantaba fados y veía en sueños estas casas de Ilhavo, la ciudad en la que había nacido en 1927.
El ámbito de los carteles de referencia suele proyectarse sobre una serie muy acotada de temas y personajes. Pero en realidad cada uno de los elementos que conforman el planeta, inclusive también los invisibles, podría ser objeto de un llamado de atención: eucaliptus, mosquitos, una bolsa de plástico girando por ahí. En el puerto de White, por ejemplo, hay una protagonista numerosísima y colectiva que suele tener muy poco sitio en los libros de historia, y mucho en las cornisas y los techos.
¿Ya te diste cuenta dónde está nuestro nuevo cartel? ¡Observá con mucha atención si pasás por el puente “La Niña”!
Ya que este 11 de abril no vas a poder hacer el programa de salir a recorrer nuestro arroyo Napostá y de pronto encontrarte con este cartel, que instalamos hace pocos meses (exactamente en las coordenadas 38°46’13.4″S 62°13’57.7″E), te lo mostramos por acá.
Por supuesto, nuestro proyecto de revisar la práctica de las referencias históricas y armar a la vez un modo nuevo de hacerlas puede adquirir un carácter sorpresivo ¿O de pronto no podría aparecer una referencia histórica entre plantas de girasol en medio de algún campo de Guatraché?
Esta que presentamos hoy no está tan lejos… De hecho, se puede ver pasando en auto desde la ruta 252 al cruzar el puente sobre el Napostá. Si algún día (ojo, después de varios sin llover), se animan a hacer en bicicleta el recorrido hasta la desembocadura del arroyo, la podrán ver reluciente sobre un montículo. Puede ser un buen plan para este verano.
Por ahora quienes la tienen más cerca son quienes viven ahí nomás, en uno de los primeros barrios de esta ciudad, el Saladero.
¿Cómo surgen las referencias históricas? ¿Quién decide aquello que amerita ser destacado y lo que no? Los carteles amarillos del patio delantero del museo llevan varios años pensando estas preguntas. Uno de ellos, por ejemplo, hace referencia a los adoquines por los que se ingresa al edificio. ¿Los adoquines? ¿Qué hay para destacar en ellos? Bueno, ahí se podrían ver a quienes los cortaban con maza y pinchote en las sierras de Tandil, o en las canteras de la prisión de Sierra Chica…
Pensando así, tal vez no habría sitio del planeta que no mereciera una referencia. Por eso iniciamos este año este proyecto que consiste en instalar carteles amarillos por… todo el mundo. Por ahora empezamos con no demasiado lejos del museo: está ubicado frente a la Termoeléctrica, donde todavía se pueden ver los cimientos sobre los que se montó el obrador de quienes vinieron en su gran mayoría de las provincias del norte del país y construyeron esa obra entre 1979 y 1991.
Es el primero. Hay varios por venir. Estén atentos. Puede aparecer de pronto alguno en la esquina de tu casa, vivas donde vivas.