En un museo que tiene Área Cocina se presentó el libro «Cocinar y dibujar», de Josefina Jolly, junto al equipo de Galería Editorial y la cocinera Paola Marino. Usos y relaciones entre un lápiz y una cuchara.

Ante la pregunta de cómo hacer circular las recetas que el museo recopila desde 1987, resulta muy útil el método que propone el libro Cocinar y dibujar, donde se interpretan los pasos para preparar una comida a través de dibujos. Por eso el sábado pasado nos visitaron la ilustradora Josefina Jolly y los chicos de Galería editorial: la propuesta fue presentar el libro en un taller abierto, para socializar esa manera de contar recetas.

También fue invitada la cocinera Paola Marino, para explicar cómo hace su “torta de piquitos de chocolate” frente a un grupo de dibujantes, profesores y alumnos de la Escuela de Artes Visuales dispuestos a dibujar cada paso en vivo: porque el dibujo es un modo de conocimiento, que a la vez deja un testimonio material de ese proceso de conocimiento. Además tiene varios puntos en común con las prácticas de cocina.

Por ejemplo, esa memoria múltiple, que en cocina está hecha de consistencias, olores, sonidos y todo lo aprendido con el cuerpo mientras se cocina, en el dibujo es también la memoria de una técnica, sus movimientos, los miles de dibujos anteriores, toda la información visual que tenemos a disposición en nuestros recuerdos. Además, tanto el dibujo como el acto de cocinar necesitan de una inteligencia programadora, organizadora: considerar tiempos, pasos, uso de herramientas, uso del espacio, planificar para poder inventar. Sí, esa capacidad de imaginar que se acciona en las cocinas cuando falta un ingrediente o se piensa un nuevo modo de presentar un plato, está también en el dibujo. Las dos con saberes y técnicas puestas en acción para ser modificadas, reinventadas.
El sábado en el museo dibujar fue también un modo de escuchar al otro (una cocinera whitense, que contaba la receta de su mamá), fue un modo de cocimiento. A la par dejó un documento sobre ese proceso: Una mesa llena de dibujos que son testimonios del presente. Con el último trazo llegó la torta, concretamente, para cortar y compartir entre todos mientras sonaba la música de Vieja Vecindad en la Cocina.
