Los Argonautas

Meses atrás, el pescador Herminio Onorato encontró una pequeña embarcación a escala que hace años daba vueltas por su casa. De sólo 38 centímetros de longitud, dos mástiles caídos y mucho polvo acumulado, ni siquiera recordaba de dónde había salido: “En una de esas la hice yo, pero no me acuerdo”.

Estaba a punto de tirarla, pero decidió probar en su Pelopincho si flotaba: como soportó el embate de las olas a esa escala, la trajo al museo. Tal vez ahí podría servir, ¿por qué no? Días atrás había visto cómo en esta cocina tomaban forma los fragmentos de madera de la lancha Águila Blanca y se convertían en pequeñas lanchitas amarillas como modo de seguir navegando en la memoria.

El barco miniatura de Herminio pasó a manos de otro vecino, Claudio, ex marinero que en su tiempo libre hace esculturas, pinturas y collages de temas marítimos, a sólo dos cuadras del museo. Lo invitamos a recuperar la embarcación, pero sobre todo a modificarla, dándole su propio toque.

¿No iba acaso el barco de Teseo, también, reemplazando cada una de sus tablas para seguir navegando? ¿No despertaba la pregunta de si seguía siendo el barco de Teseo o era ya otra cosa? Si querés saber qué pasó con este Argo whitense, no te pierdas el próximo posteo.

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Un misterio llamado bandeja

Este miércoles 29 a las 17.30 hs. presentamos el libro “Un misterio llamado bandeja” de Agustina Paz Frontera y Jimena Zeitune. Participan las autoras y María Pía López en un evento virtual al que podés inscribirte al mail: difusionmuseodelpuerto@gmail.com

Se trata de la primera publicación de una nueva colección que se llama Lo Particular, iniciada desde el museo para hacer circular textos de autorxs actuales en torno a un objeto, un lugar, una práctica o una persona en especial. Indagaciones que permitan articular con múltiples temas tramados especialmente por la afectividad.

“Un misterio llamado bandeja” empezó como una búsqueda de bandejas que tenían un estilo en especial, desarrollado entre los años 50 y 70, y sobre todo, las ganas de saber de dónde venían, quién las había construido, de qué modo, con qué fines.  

Hoy es un libro pero también es una muestra que puede verse en la cocina del museo, una búsqueda que sigue también desde Ing. White convocando a contar historias sobre estos objetos y una pregunta que resuena ¿cómo nace un estilo?

Las olas

Semanas atrás, un objeto que estuvo años expuesto en las salas del museo viajó para volver transformado. Un bastidor de bordado centenario fue hasta la casa de Rocío Lugones, joven bordadora que inició su oficio en Ing. White: ella propuso contar la historia de su abuela, la vecina Annunziata Mazzella, haciendo una imagen en puntadas sobre ese soporte.

Durante días, Rocío cruzó documentos de inmigración, recuerdos de infancia de su “nonna” en Italia, relatos de su familia de pescadores y aprendizajes de la vida en este puerto, hasta inventar una composición que mezcla parte de todo eso en la tela, sobre el bastidor tensado. Ya pueden venir a visitarlo: si se fijan en detalle, en las olas incesantes hechas con hilo Moulinex, tal vez encuentren una señal de que andamos también hoy en un tiempo agitado. Ni siquiera una muestra de un museo puede decirse “permanente”.

Pero tal como Nunzia aprendió el idioma de la tierra nueva a la que llegaba usando su entonación italiana de la isla de Ponza de la que venía, también en todo presente hay a la vez variación y continuidad.

Una “pelela” no puede faltar al contar la historia del puerto

Los inicios del puerto son también los inicios de la población de Ing. White. A principios del siglo XX, junto al muelle y las vías del ferrocarril, se asentaban los trabajadores inmigrantes que llegaban junto a sus familias desde España, Italia, Croacia, Grecia, Alemania… construían sus casas con materiales accesibles como la chapa y la madera. Desde esas primeras casas hasta las de la década del ´50, la mayoría de los baños del pueblo estaban afuera, eran letrinas, había que atravesar todo el patio para llegar. De día, y mucho mejor si era verano, se hacía ese recorrido, pasando a veces por el gallinero y entre las ramas de algún frutal.

De noche, y sobre todo en invierno, el camino se evitaba y era mejor buscar una solución abajo de la cama: Los chicos teníamos miedo de ir, porque casi teníamos que tomar la 504 para ir al baño. Claro, en mi casa calculo que estaba a veintipico de metros y no había luz en el patio, entonces ¿qué pasaba? De noche te aguantabas o usabas la famosa «pelela». Algunos la llamaban ‘tacita de noche’, otros la llamaban ‘escupidera’. Si tenías ganas hacías ahí, cuenta el vecino José Mario “Pepe” Malvar, hijo de un herrero del ferrocarril Sud. Desde la puerta de su casa actual, nos entrega en donación la pelela que guarda desde entonces y que va a formar parte del recorrido de las salas. Porque también es necesario hablar de lo no tan mencionado, eludido por las narrativas sobre los inicios del puerto, de eso escondido abajo de las camas.

También es presente

Un objeto logra recomponer historias personales que a la vez son colectivas. Hace unos días, Alejandra Santucho nos donó este carnet del Club Comercial. Aldo Antonio “Rusito” Pironi era de Ing. White y fue desaparecido durante la última dictadura en 1977, a los 21 años, cuando se encontraba en la ciudad de Buenos Aires. Además de su militancia en la Unidad Básica de Ing. White, su vida está hecha también de un partido de fútbol del Club Comercial, de horas leyendo en la casa de la familia Santucho, de las amistades del barrio Boulevard y de otras tantas situaciones de la vida cotidiana que quizás hoy alguien recuerde y pueda contarnos para seguir extendiendo la memoria.

Objetos migrantes

Objetos que se mueven de aquí para allá, objetos nuevos y viejos, con muchos usos y a estrenar, que se tocan, se huelen, se comen. Este museo también toma forma a partir de ellos, de lo que distintas personas hacen con ellos.  Por eso, durante este año atípico, aparecieron otras formas de ponerlos en movimiento.

Migrar objetos fue uno de los tantos modos en que el Área Educativa trabajó para sostener el vínculo con estudiantes y docentes de White, Bahía y la región: Sí, descubrimos que los objetos también pueden viajar en reuniones virtuales y videollamadas por WhatsApp, desde casa, a través de una señal de Internet que, por momentos, se perdía.

Uno de esos intercambios, fue con chicos y chicas de la Escuela Nº 58 que, junto a sus seños, la directora Mercedes García y la bibliotecaria Leticia Baigorria, armaron un audiovisual sobre objetos del museo para el Proyecto Provincial “Somos Escuelas Bonaerenses”.  Aquí, en primera voz, presentan su territorio a partir de una herramienta, un frasco con arena, un plato con masitas, es decir, cosas concretas que usan también para narrar.

Pescadas

Empezamos el año trabajando en un nuevo proyecto, el de la Sala Baño; como parte de la dinámica de investigación y recopilación de datos y objetos que con la pandemia siguió desde casa, lanzamos una convocatoria sobre un objeto central de esa sala: el inodoro. Pero no un inodoro cualquiera, sino uno inglés, de principios de siglo XX y de marca Pescadas. Y así, de un día para el otro, muchas personas revisaron en su memoria visual y nos contaron exactamente en dónde habían visto uno: restaurantes, bibliotecas, institutos, cines y espacios culturales. Otrxs recorrieron sus historias familiares para encontrarse con que tenían o habían tenido un Pescadas: Santiago Ortí, recuerda uno de su abuela que su papá había transformado en maceta; Sonia González cuenta que en su casa de la infancia tenían uno y que le daba cierto temor cuando se subía para tirar la cadena porque asociaba la palabra “pescadas” con “atrapadas”; y varixs los recuerdan acompañados por bañeras con patas. Antonio Genovali nos sitúa cerca del museo cuando cuenta haber visto inodoros como el que buscamos ¡en la estación de trenes de Ing. White! Esto confirma algo que imaginábamos: el inodoro Pescadas, es un objeto referencia del capital inglés que se instala en el puerto a partir de la creación del muelle y de la llegada del Ferrocarril Sud, a fines del siglo XIX, la misma empresa que construyó el edificio donde actualmente funciona el museo.

Un inodoro no puede faltar en una política de objetos que aborde los momentos menos narrados de la vida cotidiana, aquellos más oscuros, vergonzantes e históricamente silenciados. Porque también de esos momentos íntimos del cuerpo está hecha la historia. De cuerpos diversos, con diversos modos de vida material, como este objeto lo indica: que en algunas pocas casas se llamaba divertidamente “trono” y en otras – la mayoría- en su lugar estaba “el pozo”.

De paellera gigante a ollón

Tal vez uno de los acontecimientos fundamentales ocurridos en Bahía Blanca durante la pandemia haya pasado bastante desapercibido: se trata de la transformación en el uso de la paellera gigante del Club Huracán del barrio Bulevar.

Implemento decisivo durante los días celebratorios y multitudinarios de la Fiesta Nacional del Camarón y el Langostino (donde se cuece la cazuela o la paella gigante que se distribuye entre los miles que llegan a White durante semana santa), desde hace unas semanas está siendo utilizada casi diariamente en la sede de la Sociedad de Fomento para preparar hasta 300 porciones de comida para las familias de ese barrio portuario. Elvira Estay, cocinera de “Cangrejitos”, la llama “ollón”.

El acontecimiento es el logro colectivo de diferentes organizaciones que supieron unirse ante esta coyuntura difícil: comedor “Martín Pescador”, ONG “Cangrejitos de Barro”, Sociedad de Fomento de Boulevard. Se ve que la capacidad colectiva de imaginación y organización no sólo sostiene los días de fiesta.

MUSEO BUSCA INODORO

(Permuta por uno nuevo, compra o recibe donación)

Sí, no es un chiste. El museo está buscando este inodoro inglés de principios de siglo XX para incorporar al recorrido de la futura “Sala Baño”. Es marca PESCADAS, de la empresa inglesa Johnson Bros (Hanley) Ltd.

(Bueno, si no ténes este inodoro pero sí alguna historia sobre él para contar contactanos, también la estamos buscando)

Fuertes objetos blandos

Como parte del taller de bordado miniatura que se llevó delante de marzo a junio en articulación con la Secretaría de Educación, más de 25 vecinas de Ing. White y Bahía Blanca cosieron cientos de miniaturas para componer una serie de muestrarios colectivos. Con la coordinación de la docente Malena Corte, siguieron a distancia ampliando el mapa textil de Ing. White que iniciamos en 2019.

Hoy queremos mostrarles algunas de esas miniaturas, parte de las 50 herramientas y maquinarias útiles para el puerto confeccionadas en estos meses: desde una batidora de cocina hasta una mezcladora de cemento, una regadera, un fratacho o un celular… ¡que no podían faltar!

Conocé esta parte del muestrario de objetos: funcionan como extensiones de la mano. Hechos a mano a su vez, en bordado, se volvieron más fuertes.